El color vinotinto nos identifica a los venezolanos como equipo deportivo nacional. La pasión por el fútbol, por ejemplo, y los sueños de superación de obstáculos, como el hecho de participar alguna vez en la copa mundial de este deporte han hecho que riamos, cantemos y sobre todo nos unamos en una sola selección, un país, una bandera en el mundo.
Entrelazando la pasión por nuestra arepa y la de todos los que viven la pasión por el deporte nacen las arepitas vinotinto. Una de las tantas modalidades en las que podremos ver a la protagonista de nuestras mesas. Cambiando el agua por un jugo de remolachas la masa transformará su color blanco original y su sabor otorgará un dulzor particular. En vez de asada, frita y en vez de grande, pequeñita para acompañar con cremas o pequeñas porciones de nuestras preparaciones típicas.
Ingredientes
1 kg. de Harina de Maíz precocida | |
250 gr. de Remolachas | |
1 lt. de Agua | |
1 pizca de Sal | |
1 lt. de Aceite para freír |
Utensilios
Licuadora |
Bol |
Sartén |
Cuchara |
Papel absorbente |
Preparación
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En una licuadora se procesan las remolachas y el agua (si previamente se hierven las remolachas el licuado será más oscuro).
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En un bol se vierte el licuado de remolacha y se le agrega la sal. Una vez diluida se inicia a incorporar la harina de maíz precocida y con movimientos continuos se amasa hasta obtener un compuesto homogéneo. Se deja reposar por 3 – 5 minutos. La masa se endurecerá un poco por lo que se se debe rehidratar amasando de forma enérgica hasta recuperar su textura suave y moldeable.
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Con la ayuda de una balanza se porciona la masa en bolas de unos 30 – 40 gramos y se aplastan hasta obtener la forma de un disco que cambiará de espesor dependiendo el gusto de cada uno.
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En un sartén con abundante aceite caliente y a fuego medio-alto, se fríen hasta que estén completamente selladas.
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Se colocan sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.