Fluido viscoso y dulce producido por las abejas a través del néctar de las flores, es considerado el edulcorante natural más antiguo utilizado por el hombre. Su función principal es la de endulzar alimentos y bebidas, pero tiene múltiples usos en repostería y como ingrediente de algunos aderezos, tiene propiedades antioxidantes y expectorantes por lo que su consumo ayuda en procesos gripales y asmáticos.