Las evidencias de su preparación se remontan a casi 2.000 años antes de Cristo. es el típico chocolate de color más oscuro que, de acuerdo con la legislación europea, debe tener como mínimo un 35% de cacao, azúcares y aromas (vainilla) y estabilizadores (lecitina) en porcentajes muy pequeños.
Lo más habitual, sin embargo, es encontrar los chocolates negros en el rango de los 45-99% de cacao. Lo que implica que conforme se incrementa el porcentaje de cacao en el chocolate, se reduce la cantidad de azúcar y el chocolate resulta cada vez más amargo. El chocolate negro es el más utilizado en repostería (postres, pasteles y galletas). El chocolate negro tiene más antioxidantes que las frutas.
«Comer chocolate negro puede ayudar a reducir la presión arterial”, “Una tableta de chocolate negro al día puede controlar el estrés” o “Seis gramos de chocolate negro al día reducen el riesgo de sufrir un infarto” son algunos titulares publicados en los últimos años sobre las muchas virtudes de este maravilloso alimento.